martes, 31 de enero de 2017

Presencia


¿Qué va a quedar de mí cuando me muera
sino esta llave ilesa de agonía,
estas pocas palabras con que el día,
dejó cenizas de su sombra fiera?

¿Qué va a quedar de mí cuando me hiera
esa daga final? Acaso mía
será la noche fúnebre y vacía
que vuelva a ser de pronto primavera.

No quedará el trabajo, ni la pena
de creer y de amar. El tiempo abierto,
semejante a los mares y al desierto,

ha de borrar de la confusa arena
todo lo que me salva o encadena.
Mas si alguien vive yo estaré despierto.

miércoles, 25 de enero de 2017

Visita

No estoy.
No la conozco.
No quiero conocerla.
Me repugna lo hueco,
La afición al misterio,
El culto a la ceniza,
A cuanto se disgrega.
Jamás he mantenido contacto con lo inerte.
Si de algo he renegado es de la indiferencia.
No aspiro a transmutarme,
Ni me tienta el reposo.
Todavía me intrigan el absurdo, la gracia.
No estoy para lo inmóvil,
Para lo inhabitado.

Cuando venga a buscarme,
Díganle:
"se ha mudado".

viernes, 20 de enero de 2017

¡Todavía creo que venceremos!

Me niego a aceptar la idea de que el hombre es solo restos y desechos en el río de la vida, e incapaz de influir en el curso de los acontecimientos que lo rodean. Me niego a aceptar la idea de que la humanidad está trágicamente vinculada a la opaca medianoche del racismo y de la guerra, que hacen imposible alcanzar el amanecer de la paz y la fraternidad. 
Me niego a aceptar la cínica idea de que nación tras nación deben caer en una espiral militarista al infierno de la destrucción termonuclear. Creo que la verdad desarmada y el amor incondicional tendrán la última palabra en la realidad. 
Esta es la razón por la que el derecho temporalmente derrotado es más fuerte que el mal triunfante. Creo que incluso hoy, en medio de ráfagas y el mortífero sonido de las balas, no hay que perder la esperanza de un mañana más brillante. 
Creo que la justicia herida, postrada en las sangrientas calles de nuestras naciones, puede ser levantada de este polvo de vergüenza para reinar entre los hijos de los hombres. Tengo la audacia de creer que los pueblos de todo el mundo pueden tener tres comidas al día para sus cuerpos, educación y cultura para sus mentes, y dignidad, igualdad y libertad para sus espíritus. Creo que lo que los hombres egocéntricos han derribado, los hombres centrados pueden levantarlo. Sigo creyendo que un día la humanidad se arrodillará ante los altares de Dios, y la no violencia y la buena voluntad redentora será la regla de la tierra. "Y el león y el cordero se echarán juntos; y cada hombre se sentará debajo de su vid y su higuera, y no habrá quien tenga miedo." ¡Todavía creo que venceremos! 
Esta fe puede darnos el valor para enfrentar la incertidumbre del futuro. Dará a nuestros pies cansados ​​nueva fuerza a medida que continuamos avanzando hacia la ciudad de la libertad. Cuando nuestros días se conviertan en lúgubres bajo las nubes y nuestras noches se vuelvan más oscuras, sabremos que estamos viviendo en el caos creativo de una auténtica civilización luchando por nacer. 

Fragmento del discurso de aceptación del Premio Nobel de la Paz de Martin Luther King

lunes, 16 de enero de 2017

La despedida

Te digo adiós y acaso te quiero todavía
no sé si he de olvidarte, pero te digo adiós
No sé si me quisiste, no sé si te quería
o tal vez nos quisimos demasiado los dos

Este cariño mío apasionado y loco
me lo sembré en el alma para quererte a ti
No sé si te amé mucho, no sé si te amé poco
lo que sí sé es que nunca volveré a amar así

Me queda tu sonrisa grabada en el recuerdo
y el corazón me dice que no te olvidaré
Pero al quedarme solo sabiendo que te pierdo
quizás comience a amarte como jamás te amé

Te digo adiós y acaso, en esta despedida
mi más hermoso sueño muera dentro de mí
Pero te digo adiós para toda la vida
aunque toda la vida siga pensando en ti.

Letra José Ángel Buesa
Voz Horacio Guarany

jueves, 12 de enero de 2017

Los libros no se han hecho para que creamos lo que dicen, sino para que los analicemos.


"Hasta entonces había creído que todo libro hablaba de las cosas, humanas o divinas, que están fuera de los libros. De pronto comprendí que a menudo los libros hablan de libros, o sea que es casi como si hablasen entre sí. A la luz de esa reflexión, la biblioteca me pareció aún más inquietante. Así que era el ámbito de un largo y secular murmullo, de un diálogo imperceptible entre pergaminos, una cosa viva, un receptáculo de poderes que una mente humana era incapaz de dominar, un tesoro de secretos emanados de innumerables mentes, que habían sobrevivido a la muerte de quienes los habían producido, o de quienes los habían ido transmitiendo.
-Pero entonces -dije-, ¿de qué sirve esconder los libros, si de los libros visibles podemos remontamos a los ocultos?
-Si se piensa en los siglos, no sirve de nada. Si se piensa en años y días, puede servir de algo. De hecho, ya ves que estamos desorientados.
-¿De modo que una biblioteca no es un instrumento para difundir la verdad, sino para retrasar su aparición? -pregunté estupefacto.
-No siempre, ni necesariamente. En este caso, sí."

Fragmento de "El nombre de la rosa" de Umberto Eco

jueves, 5 de enero de 2017

Reyes Magos




Son magos...

Pero no tienen varita

-¿Quién son...quién son?

Melchor, Gaspar y Baltasar

Son Reyes...

Y portan su real corona

-Quién son...quién son?

Melchor, Gaspar y Baltasar

Viajan con sus camellos

Y con sus pajes de alegres trajes

-¿Quién son... quién son?

Melchor, Gaspar y Baltasar

Caminito del portal

Les guía una blanca estrella

-Quién son...quién son?

Melchor, Gaspar y Baltasar


Estrella Montenegro