jueves, 26 de noviembre de 2015

Oh! gota de rocío

La gota de rocío 
del cielo se cayó, 
y en ella el amor mío 
la carita se lavó. 

Pero era tan temprano 
que no salía el sol, 
y se helaron las manos 
y mejillas de mi amor. 

Creí que las estrellas 
la iban a buscar, 
y que en su cara bella 
se ponían a jugar. 

Me dijo ''tengo frío, 
acércame calor'', 
y fui con tanto brío 
que encendí su corazón. 

Y mientras la besaba 
me dijo en un temblor: 
''esto es lo que faltaba 
para que saliera el sol''. 

Oh! gota de rocío, 
no dejes de caer, 
para que el amor mío 
siempre me quiera tener. 

viernes, 20 de noviembre de 2015

La vida en juego


Donde pongo la vida pongo el fuego 
de mi pasión volcada y sin salida. 

Donde tengo el amor, toco la herida. 

Donde pongo la fe, me pongo en juego. 

Pongo en juego mi vida, y pierdo, y luego 
vuelvo a empezar, sin vida, otra partida. 

Perdida la de ayer, la de hoy perdida, 
no me doy por vencido, y sigo, y juego 
lo que me queda: un resto de esperanza. 

Al siempre va. Mantengo mi postura. 

Si sale nunca, la esperanza es muerte. 

Si sale amor, la primavera avanza.

1922 - 2008

lunes, 16 de noviembre de 2015

Vengo de lejos, lejos


Vengo de lejos, lejos 

Vengo de lejos, lejos, y canto sordamente 
Esta vieja, tan vieja, canción de rimas tuertas, 
Y dices que la canté a otra gente, 
Que otras manos me abrieron otras puertas: 

Pero, amor mío, yo vengo a este paso 
Y grito, desde la lejanía de los caminos, 
Desde el polvo mordido y el temblor 
De las carnes maltratadas, 
Esta nueva canción con que renazco.

José Saramago
(16 de noviembre de 1922 - 18 de junio de 2010)

jueves, 12 de noviembre de 2015

Todavía



R.I.P. 

Ese amor murió
sucumbió
está muerto
aniquilado      fenecido
finiquitado
occiso               perecido
obliterado
muerto
sepultado
entonces,
                        ¿porqué late todavía?

( Montevideo, 12 de noviembre de 1941)

jueves, 5 de noviembre de 2015

Tierra y mar



Eras, instante, tan claro. 
Perdidamente te alejas, 
dejando erguido al deseo 
con sus vagas ansias tercas. 

Siento huir bajo el otoño 
pálidas aguas sin fuerza, 
mientras se olvidan los árboles 
de las hojas que desertan. 

La llama tuerce su hastío, 
sola su viva presencia, 
y la lámpara ya duerme 
sobre mis ojos en vela. 

Cuán lejano todo. Muertas 
las rosas que ayer abrieran, 
aunque aliente su secreto 
por las verdes alamedas. 

Bajo tormentas la playa 
será soledad de arena 
donde el amor yazca en sueños. 
La tierra y el mar lo esperan.

Luis Cernuda
(21 de setiembre de 1902 – 5 de noviembre de 1963)