miércoles, 29 de enero de 2014

¡Yo volveré!



Espérame y yo volveré 
pero espérame mucho. 
Espérame cuando las tristes lluvias lleguen 
y cuando el calor llegue, no dejes de esperar. 
Espérame cuando ya nadie espere 
y el ayer se haya olvidado ya. 
Espérame aún cuando de lejos 
mis cartas no lleguen más. 
Espérame cuando ya todos 
se cansen juntos de esperar. 
Espérame y yo volveré. 
No quieras bien te ruego 
a los que repitan de memoria 
que ya es tiempo de olvidar 
aun si la madre o el hijo ya creyesen que no existo ya. 
Deja que los amigos 
sentados junto al fuego 
se cansen de esperar 
y beban vino amargo 
en honor a mi recuerdo. 
Espérame y con ellos 
no te apresures a beber. 
Espérame y yo volveré 
para que la muerte rabie. 
Aquél que nunca me ha esperado 
tal vez dirá de mí 
el pobre tuvo suerte. 
No comprenderán jamás 
los que jamás han esperado 
cómo tú del fuego me salvaste 
de cómo he sobrevivido 
lo sabremos sólo tú y yo. 
Es que sencillamente me esperaste 
como nunca nadie me esperó
(1915 - 1979)

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