lunes, 31 de enero de 2011

Nunca te quejes



Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tú has hecho lo que querías en tu vida. Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error. Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y acéptala. De una manera u otra es el resultado de tus actos y prueba que tú siempre has de ganar.

No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño. Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar. No olvides que la causa de tu presente es tu pasado así como la causa de tu futuro será tu presente.

Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones, de quien vivirá a pesar de todo, piensa menos en tus problemas y mas en tu trabajo y tus problemas sin eliminarlos morirán. Aprende a nacer desde el dolor, y a ser mas grande que el mas grande de los obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias porque tú mismo eres tu destino.

Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer. Tú eres parte de la fuerza de tu vida; ahora despiértate, lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados.

Pablo Neruda

jueves, 27 de enero de 2011

Perico

Poco antes de su muerte, refiriéndose al tema de los derechos humanos en el Uruguay, sostuvo que “este tema tiene como dos dimensiones, una es la que quedó establecida por las leyes y los mecanismos legales que fueron aprobados, pero creo que sigue quedando pendiente una reconciliación nacional. Me ha tocado asistir a las víctimas de estos temas, madres que tienen niños desaparecidos, niños que tienen a sus madres desaparecidas, abuelas que reclaman por sus hijos y sus nietos. A mi entender debemos tomar iniciativas para tratar de acceder a la verdad de lo sucedido como una manera del saneamiento del cuerpo social, porque hasta ahora se llegó a un tipo de solución legal, que es legal pero no es justa”.
“Para reflexionar -afirmó “Perico”- pongo mi caso personal para ver el horror sobre este tema. Me he encontrado con frecuencia en las calles de Montevideo con mi propio torturador caminando como un gran señor, o el otro caso, el de los médicos que colaboraron en las torturas que hoy trabajan como “honestos profesionales” y que la sociedad no tiene posibilidad de saberlo y yo he preguntado ¿Ud. se pondría en manos de alguien que hizo esas barbaridades? y me dicen lógicamente que no, pero hoy como no lo saben son muchos los que se atienden con estos “señores”.
A 10 años de su desaparición física, el sacerdote Luis Pérez Aguirre continúa viviendo con su ejemplo de vida y de lucha por la defensa de los derechos de los que no tienen voz. (ver +)

Luis Pérez Aguirre
sacerdote jesuita, promotor y defensor de los derechos humanos

jueves, 20 de enero de 2011

Ojos de cielo



Si yo miro el fondo de tus ojos tiernos
se me borra el mundo con todo su infierno.
Se me borra el mundo y descubro el cielo
cuando me zambullo en tus ojos tiernos.

Ojos de cielo, ojos de cielo
no me abandones en pleno vuelo.
Ojos de cielo, ojos de cielo,
toda mi vida por ese sueño.
Ojos de cielo, ojos de cielo...

Si yo me olvidara de lo verdadero,
si yo me alejara de lo más sincero
tus ojos de cielo me lo recordarán.
Si yo me alejara de lo verdadero.

Si el sol que me alumbra se apagara un día
y una noche oscura ganara mi vida,
tus ojos de cielo me iluminarían,
tus ojos sinceros, mi camino y guía.

Víctor Heredia (Buenos Aires,
24 de enero de 1947)

martes, 18 de enero de 2011

I have a dream



Tengo un sueño,
un solo sueño,
seguir soñando.

Soñar con la libertad
soñar con la justicia
soñar con la igualdad
y ojalá ya no tuviera
necesidad de soñarlas.

Soñar a mis hijos
grandes sanos felices
volando con sus alas
sin olvidar nunca el nido.

Soñar con el amor
con amar y ser amado
dando todo sin medirlo
recibiendo todo sin pedirlo.

Soñar con la paz
en el mundo
en mi país
en mi mismo,
y quién sabe
cuál es más difícil
de alcanzar.

Soñar que mis cabellos
que ralean y se blanquean
no impiden que mi mente
y mi corazón
sigan jóvenes
y se animen
a la aventura,
sigan niños
y conserven la capacidad
de jugar.

Soñar
que tendré la fuerza,
la voluntad
y el coraje
para ayudar
a concretar mis sueños
en lugar de pedir por milagros
que no merecería.

Soñar
que cuando llegue al final
podré decir
que viví soñando
y que mi vida
fue un sueño soñado
en una larga
y plácida noche
de la eternidad.

Martin Luther King
(en. 1929 - abr. 1968)

martes, 11 de enero de 2011

Asunción de la Poesía




1

Yo me nazco, yo misma me levanto,
organizo mi vida y determino
mi cantidad, mi número divino,
mi régimen de paz, mi azar de llanto.


Establezco mi origen y termino
porque sí, para nunca, por lo tanto.
Soy lo que se me ocurre cuando canto.
No tengo ganas de tener destino.


Mi corazón estoy elaborando,
ordeno sufrimiento a su medida,
educo al odio y al amor lo mando.


Me autorizo a morir solo de vida.
Me olvidarán sin duda pero cuando
mi enterrado capricho lo decida.


2

Me siento responsable del rocío.
Por mi culpa la piedra está callada.
Comparto la velocidad del río.
Tengo la obligación de la alborada.


Me importa demasiado el mundo. Ansío
su condición de lágrima y espada.
Nada sucede en su transcurso, nada
que no pase primero por el mío.


Sepan que por el viento me suicido,
que me atribuyo el mar y que concedo
a un tribunal de lluvia mi latido.


Asumo el día y cumplo sus deberes.
Vivo la ira de los hombres, puedo
amar con el amor de las mujeres.


3

- Pájaros, necesito con urgencia
disimular mi nada. Necesito
ser la continuación de mi presencia,
sobrevivir en desatado grito-


Me da mucha vergüenza el infinito,
me humilla la sagrada permanencia.
Queriendo desafiarlas me repito
en obras de amorosa trascendencia.


Canto, desesperadamente canto
con voz de tinta y letras de agonía,
rota por dentro, loca por fuera.


Me duele ya la eternidad de tanto
predecir con furiosa rebeldía:
-Mañana cantará mi calavera-.


María Elena Walsh (1930 - 2011)

miércoles, 5 de enero de 2011

Nos visitan los Reyes Magos

¿Quiénes son los Reyes Magos? También llamados Magos de Oriente, sus orígenes nos llevan hasta la Biblia, donde en el capítulo dos, versículo 1-12, del Evangelio de San Mateo, se narra el camino que hicieron tres 'magos' (en esa época se denominaban así a los 'sabios' o astrónomos) que fueron siguiendo una estrella hasta llegar a Belén. Allí visitaron y ofrecieron tres regalos al recién nacido Jesús: oro, incienso y mirra.


Aunque las escrituras no explican de dónde procedían los tres reyes, todo indica que vinieron desde Babilonia o Persia, lugar en el que los magos tenían una gran influencia.

Tampoco se conoce a ciencia cierta cómo eran o cómo se llamaban. En el siglo XIV, el monje benedictino Beda, doctor de la iglesia, describió a los Reyes Magos en un manuscrito: 'Melchor, anciano de blancos cabellos y larga barba del mismo color; Gaspar, más joven y rubio; y Baltasar, un señor negro'. De esta manera, Beda los identificó como representantes de Europa, Asia y África.


En cuanto al número de Reyes Magos, se acepta el de tres, aunque en distintos lugares se supone que fueron dos, cuatro, y hasta doce, como en Armenia. Del mismo modo, es incierto su destino después del encuentro con la familia de Jesús en Belén.


Existen muchas teorías que intentan profundizar lo que está escrito en la Biblia, pero lo que sí sabemos con seguridad es que, con el tiempo, sus Majestades los Reyes Magos se convirtieron en unos personajes muy queridos por todos los niños ya que cada año ellos escriben sus cartas para que los Tres Magos les traigan los regalos que desean.

La tradición indica que todos las noches del 5 de enero, los niños deben dejar sus zapatos junto con algo de comer y beber para los Reyes y sus camellos, puesto que durante la madrugada del 6 de enero, los Reyes Magos acuden a las casas de los niños para dejarles sus regalos, del mismo modo que llevaron oro, incienso y mirra al niño Jesús.

Sin lugar a dudas, los Reyes Magos han sido, son y serán parte de nuestra vida como niños, trayéndonos siempre la fantasía y la ilusión. Recordemos a estos encantadores seres a través de la su canción de la Misa Criolla de Ariel Ramírez:

Los Reyes Magos


Llegaron ya, los reyes y eran tres

Melchor, Gaspar y el negro Baltasar

arrope y miel le llevarán

y un poncho blanco de alpaca real


Changos y chinitas duérmanse

que ya Melchor, Gaspar y Baltasar

todos los regalos dejarán

para jugar mañana al despertar


El Niño Dios muy bien lo agradeció

comió la miel y el poncho lo abrigó

y fue después que sonrió

y a medianoche el sol relumbró

martes, 4 de enero de 2011

Las abarcas desiertas



Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.

Y encontraban los días,
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.

Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.

Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.

Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.

Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.

Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.

Toda gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.

Por el cinco de enero,
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.

Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.

Miguel Hernández

lunes, 3 de enero de 2011

Comenzamos un nuevo año….

La vida se ordena en torno a los ciclos del calendario y las tradiciones que hoy conocemos para celebrar los acontecimientos, tales como el Año Nuevo, provienen de hace ya mucho tiempo.

Nuestra sociedad moderna recuerda toda una variedad de ritos mediante supersticiones inofensivas y agradables. El catálogo de pequeños conjuros es muy amplio: hay quien come lentejas para atraer la ventura económica, algo para lo que también sirve introducir dinero dentro de los zapatos; se dice que la ropa interior roja favorece la suerte en el amor; y comer uvas a la medianoche parece reforzar el cumplimiento de los deseos.

Poco importa saber que esta última costumbre fue instituida en 1909, gracias una campaña promocional de los cosecheros, decididos a comercializar el excedente de su producción de uva.

Según la recopilación y el estudio de Sir James George Frazer, en su obra La rama dorada (1922), algunos ritos realizados por distintos pueblos para recibir el año nuevo son los siguientes:

* Los celtas de la isla de Man fechaban el Año Nuevo en la víspera de Todos los Santos, y lo celebraban ataviados con disfraces y entonando cánticos.

* Algunos pueblos de Silesia quemaban resina de pino para espantar a brujas y otros influjos malignos de los hogares. Las niñas de algunas áreas de la Rusia oriental hacían lo propio, sólo que armadas con palos cuyas puntas tenían nueve hendiduras. Las armas de la muchachada servían para golpear cada rincón, ahuyentando así a Lucifer. Luego echaban los palos al río, imaginando que también el demonio se iría con ellos, empujado por la corriente.

* En China, el primer día de la primavera –el 3 o el 4 de febrero– era considerado el comienzo del nuevo año. Para celebrarlo, por fuera de la puerta oriental de la ciudad se colocaba la efigie de un búfalo, embellecida con aperos agrícolas, que luego era quemada.

*Muchas celebraciones, como la anterior, se relacionan a la agricultura, por ejemplo, el sabio Mircea Eliade explicaba en El mito del eterno retorno (1951) cómo las sociedades primitivas simbolizan en esta fecha el levantamiento del tabú de la nueva cosecha, que a partir de esa liturgia es proclamada comestible para toda la comunidad. A juicio del sabio rumano, esos rituales de renovación de las reservas alimenticias ordenan los cortes del tiempo que impone la agricultura.

Son estos detalles los que parecen marcar un Año Nuevo, ya sea celebrando un festival agrario o un brindis con cava, siempre se señala el fin de un ciclo y el comienzo de otro.